lunes, 17 de diciembre de 2018

Somebody else

No para el sonido de tus pasos por mi cabeza

Estoy sintiéndote pero estás tan lejos aquí adentro

Dejo que tus manos me vuelvan a encontrar

Dejo que suave me lleves fuera de esta ciudad

Quiero huir de este silencio atravesando las llamas

Me propongo abandonarte en alguna cuneta y no mirar atrás

Pero si ya no morirías por mí ya nada importa

Creí por un momento que me entenderías

Y creéme que cargo con la culpa,
la tuya y la mía

Cuando llega este invierno y no te mueres de frío sin mi boca incendiaria

Odio tu forma de huir
Odio que ya no huyas de nada

Odio pensar que estás mirando a alguien como a mí me mirabas

No quiero verte pero estoy envenenándome de ti

No me cuesta nada matarme por ti

No pienso moverme de aquí hasta que consiga que me hagas llorar

Porque tengo que liberar este nudo en la garganta

Porque quiero olvidar todo lo que de ti me gusta

Callamos porque no podemos mentirnos

Escribimos la verdad solo para poder borrarla

Esta es la última vez

Sabes que siempre estoy justo a punto de pasar páginas

                   
                 
               


martes, 11 de septiembre de 2018

La noche está llena de prisiones.
Se abalanza sobre los poetas mientras escriben y desnudan las pulsiones.
En tu boca tijeras,
los cortes donde se tamiza mi pureza,
sólo dejan un jardín de vértigo y dolores,
reguero de relojes y lírios violetas.
Dormir contigo era abrazar una duda segura,
un corazón libre preso del hambre y la carne.
Clandestino e irremediable.
Y no volverá a ser igual.
Cuando llega el frío entre verdades daltónicas y sinuosas,
fuera de lujos, fuera de llantos,
nos hacemos viejos, y nada queda.
Me iré como vine, desnuda y extraña.
Náufraga en océanos internos,
cegada en un eclipse de mis manos y tu cuerpo.
Traje de huellas y experiencia.
Sin nada que decir a los demás,
con mucho que limpiar,
siempre a punto de borrar esa pena que ya no habita nadie.
En las paredes arte que se desquita después de doler.
Sólo soy libre cuando lo hago en tu nombre.
Tan sólo adicta al néctar de tus enjambres mentales.
Me queda media vida sin tocarte.
Esa locura me hace frente,
respiro profundo mientras amanece en llamas lo de dentro.
Juego de opuestos, laberinto de domingos, y lunes, y martes en un agujero.
Sobrevivir a la juventud, ese es el milagro.
Hace tiempo que no cerramos el siglo todo puestos,
el camino se hace con pasos inciertos,
con los ojos tapados,
pues somos otros cuando estamos fuera del espejo.
Cerca del motivo del niño para crecer,
aquella tarde yo te vi arder y olvidándome,
deshojar esa flor y empezar a perderme cuando los pétalos caían a tus pies.
Yo probé esa noche, pero metástasis feraz de ti dentro de mis raíces.
Dime a dónde me llevan estos días grises.
A cualquier octubre roto. Un paseo de un sentido sin retorno.
A tus ojos interminables.
Imágenes guardadas en lingotes.
La paz está en otra parte,
en el futuro que llegue tarde,
en la suerte del presente.
En la guerra púnica contra el tiempo y su vaivén.


                 
               

lunes, 16 de julio de 2018

Vuelvo al rito del púlpito y los oyentes.
Nos nace el pecado cada vez que nos negamos.
Yo soy testigo del mundo.
Diré que he visto algo feo.
Veo odio preventivo antes del daño,
la vida se pierde, se queda en nada,
anda equivocado este globo,
horarios y protocolos
contra el reflejo del alma en los ojos,
números y negocio,
rellenamos listas, pagamos a plazos, somos puntuales, nos comportamos, somos normales.
Drogas y psicopatías nos pudren pero nos consuelan el mal trago, drogas de todo tipo que nos sedan y desórdenes mentales diversos que nos culpan. Y todo sigue girando.
La pena en la mirada impide verlo.
Por eso todo esto no me mata.
Por eso les digo, amen.
El amor frente al mundo.
Me da igual si la guerra estalla si estoy contigo en tu cama,
paso de patriota a mercenario,
nada va a igualar la fortuna de tus piernas,
nada peor en el mundo que verme lejos de tu caricia,
estar sin el juego de tus pesquisas sobre mi vida.
Tu mirada clavada en medio de la diana.
Esa voz en mi cabeza dando vueltas como un mantra.
Tus huellas en mi espalda formando un mandala.
Antes de la guerra con un beso me bendices,
colocas mi armadura llorándome.
Me quitas el miedo a morirme.
Me haces una persona distinta.
Sabes que no mento el pasado, atemporal porque el día del juicio final siempre es el presente,
no creo en el futuro,
estoy hecha de trampas,
no quiero ser buena,
me entiendo bien con el karma,
con la piel gastada y el baile de dolores,
tú me sumerges, me mojas, me cubres.
Te quiero libre pero quiero atarme a ti.
Dejar las horas correr sobre tu cuerpo.
No creerme más palabras si no son de tu boca.
Tu veneno no me asusta,
yonki de tus trastornos,
me lo inyecto a pique de morirme,
no me pongo cerrojos.
Tienes una bala con mi firma.
Cuando no pueda más
lánzame al pecho inerte una rosa roja
y deja caer una lágrima limpia.
Pronuncia mi nombre, llámame.
Y cuando no te conteste deja que me quede contigo, alejándome.
Solemos morirnos muchas veces en las manos elegidas.
Yo suelo ir a morir siempre a las tuyas
   
           
             
                                       
                 
                       

sábado, 7 de julio de 2018

Males por bienes.


El lamento y su letargo al tintero.
Te engaña la copa en mi mano,
estoy tomando atajos hacia dentro.
Por las noches emprendo
un complejo plan de asalto,
por las mañanas hermética
para que interpretes mis silencios.
Sabes como atar mis nudos guturales.
Dame tus miedos existenciales.
Yo puedo enseñarte algo sobre los dolores.
Ando protegida.
Santería son tus dedos en mi herida,
la herida de la locura.
La gota negra que colma una fea agonía.
Que me agota ocultar,
te quiero tocar sin pensar,
desnudarte y no preguntar.
Lo dejo escrito por si me voy, por si vuelvo,
puedo irme tranquila,
no vine a salvar el mundo,
vine a salvarme del mundo a mí misma.

jueves, 28 de junio de 2018

High cost


Sólo te sé hablar con la piel,
pétalos y un baño de espuma,
vicios y dolares,
sexo duro bajo la luna.

Por un rayo de lucero te traigo duquelas caras de otro planeta.
Te cambio lágrimas sagradas por una entrada a tu poesía maldita.

Tumbando límites a cabezazos como atrezos de cartón.
Pasión a bocanadas.
Sensibilidades de hormigón.

Escondes tus cartas pero no pido permiso,
ni llevo prisa,
ni me engañan tus ojos de bruja.

Emborronas la tinta,
busco en otras bocas la tuya.

Nadie que me la devuelva.
Nadie que me hable de la misma manera.
Nadie que me ponga tan artista.

Acabo borracha perdía
escribiendo líneas torcidas,
me sorprendo en silencio echándote la culpa.

No va a cambiar nada.
Yo quiero jugar y voy a llamarte,
tú me sonríes tan mía un instante, al siguente me contestas que no puedes, que tienes deberes y problemas que resolver.
Y a sabiendas de que no vendrás, por volver a verte feliz regreso mañana.

Yo estoy en cuarentena.
Sigo siendo libre,
no escapo de mi celda.
En la cabeza una ruina,
la tuerca que me falta,
la trampa que es mi vida.
Con un reino en la locura y otro en la lógica.
Magia blanca en la mirada y ojeras perpetuas.
Sabes que no debes hacerlo, que tienes miedo, que tienen razón, pero yo hago que te atrevas.

Puto código moral.
Si pudiera jugar a decirme mentiras..

En mi cuarto una buena chica haciendo la cama,
y yo perdida en la azotea lanzándote bengalas.

A estas alturas
solo quiero fumar contigo y morderte.
Lanzarnos al abismo del desastre.

Algunas noches me visitas hasta que amanece, esas noches germina la duda que enterré.

Vuelves para hacer que rece.
Vuelves para hacer que sangre.
Vuelves a mí a echar raíces.

jueves, 21 de junio de 2018

4:30

Llueve
Lo escucho mientras fumo
Suelto el humo muy suave
Suben hasta el techo espirales
Sigo el humo de los trenes que dejé de coger
Suicidio del sueño en palabras
Dicotomía por las vías temerarias
Charcos de tinta envueltos en llamas manchando nuestro andén
Palacios de humo y química
Malos tratos y malas artes
Pupilas como saetas
Excursiones a tu cuerpo
Balasera en el centro de Sarajevo
Me tocabas con tus palmas
Yo bailaba el agua de tus pestañas
Me trajiste drama en una manzana
No debí probar
Sobre aquella bandeja de plata
La llevabas en la boca abierta..
Y tuve que probar
Jóvenes buscando trascender por estupidez y locura
Doy otra calada
Lluvia ácida
Lucha de egos
Globos de aguarrás
Goteras dentro del Cadillac de Dalí
Solo la nada escapa del laberinto circular
Sobre el tablero somos la reina y el alfil
En la mítica historia Dioniso, Eros, Afrodita
Poros y Penia haciéndolo otra vez
Somos la ventana abierta en medio de la pared
La misma tierra yerma que de tus manos dejas caer
Forma mi reloj de arena
Mi Sáhara
Mi tragedia griega
La vida entera por tu locura y tus secretos
Lo siento tanto
Me nacen los pecados
Me florecen obras de arte en las manos
Luego si eso claudico
Profeta maldito pero no un santo
Fumo mientras vuelves a brillar
Me ciegas
Me traes colores que te inventas
Ya sé que te lo negué
Te lo negué
Te lo negué
Y ya no me duele
No me duele
He dicho que no me duele
Hice míos algunos valores
Sabiendo que si quiero fingir no voy a perder
Yo a ti nunca te imploro ni te ladro
Así que suelto humo y lo apago
Lo reduzco a ceniza
Amaina la lluvia y el pálpito
La calma ahí fuera
Marcas de guerra
La paz en mi cabeza
Direction fixed

               
                 


miércoles, 6 de junio de 2018

Somos su nuevo invitado.

Desnuda este tejido dorado
hasta donde alcance mi mano
volveré a susurrar a tu lado
somos su nuevo invitado

Devuélme el aire
que te has acercado
agarráme el pelo
atraviésame nadando
Si no encuentras agua
despliega tus alas
ven volando, ven volando...
Elefantes con patas de araña
avanzan en sincronía
Esa luz blanca que espera
sigue esperando, sigue esperando...

Mira hacia arriba
ya te has acercado
no le buscarías
sino le hubieses ya encontrado
El miedo refresca y hoy es verano, es verano

La bestia está de mi lado
Estamos en compañía
Ya ningún planeta es lejano
Somos su nuevo invitado

Devuélme el aire
que te has acercado
agarráme el pelo
atraviésame nadando
Si no encuentras agua
despliega tus alas
ven volando, ven volando...


miércoles, 30 de mayo de 2018

Víctima y verdugo.

Yo te recuerdo en los cuerpos que frecuento
Miraba a ciento ochenta quizá curao' de espanto
No vi la muerte como el fin del acto
Soy la redención bajo la luz de los impactos

¿Por qué apretar mi vida al límite?
A tope como el ginseng, bebí sin tener sed
Y así apretar el yugo, hoy víctima y verdugo
Descontrolado entre los coños que deshago

Pactaré con el diablo si es preciso
Más ego que Narciso, haciendo equilibrismo
Vivo rápido, el chico del poemario
Me pongo "el día de tu boda", no hay milagros

Bebamos al unísono
Recuerda lo que sentiste al pasarme ese micrófono
Tocado por el único todopoderoso
Si os pulo en decadencia imaginaros cuando aviso
Volveré sobre las huellas que ahora piso
Tirándome mediocres, caso omiso
¿Acaso una mujer no me dio la vida?
Pulcra y limpia, acuérdate de amar a este suicida

Agradece que quiera ser un nuevo hombre
Las botellas vacías, irremediablemente
Me queda media vida sin tocarte
Literatura y arte
Estoy sin resolver como Moriarty

sábado, 26 de mayo de 2018

Blue lights

Sigues recorriendo las mismas calles,
a ras de suelo sobrevuelo ciudades.

Tú bebes sin sed,
dejas vómitos por los portales,
yo me coloco, y lo dejo a deber por deporte

Yo soy locura, tú la causa,
también la fuga, también mi terapia.
A veces se me olvida respirar,
y pego una calada a aquellos tiempos

Te dedico serenatas bajo la ventana,
veo miedos sujetos a tu falda.
A mi me llueven alfileres, a ti te nacen flores, cargas un arma entre los dientes

Tú sirves unas copas,
crees que llevas un as en el tanga,
pero lo llevas en la boca,
justo en todo lo que callas.

Tú me recuerdas que no me conoces,
los calambres por tu vientre,
impulsos sexuales,
yo ya no sé si te vas o si te vienes

Tú ronroneas con la luna,
yo huyo del amanecer,
tú bailas encima de cualquier hijo de puta,
yo encima de una barra, como Lady Madrid pongo a la peña de pie

Yo me quedé por los veintitantos,
en una curva de su cuerpo me maté,
tú te corres el maquillaje, ríes, lloras,
tú inventas las normas,
yo la forma de romperlas

Transformo el arte
de perderse y encontrarse,
te traigo tormentas de arena en mi sangre,
yo no tengo padre,
y mi madre te quiere más a ti,
tú sin los demás no eres nadie

El dolor no está fuera de mis planes, cariño, felicidad plena tropieza conmigo por despiste

A mi me buscan hijos de puta
para ajustar cuentas,
de ti se fían los borrachos y los drogatas,
te escriben los poetas,
yo el caos de la guerra y la estrategia,
tú la falsa moneda que de mano en mano va pero siempre está de vuelta

Yo me sostengo en un sueño de luz que me despierta, tus ojeras hablan de un pozo de recuerdos que se te llena

Tú quieres fe,
buscas motivos para crecer.
Es cosa de la inercia.
Historias de histeria,
luces y sombras psíquicas

Yo observo salir las notas de ese piano, y disfruto el milagro desde el tejado,
tú calmas el ruido bajo el efecto de fármacos, en un piso vigilado,
limpias en bragas el salón tarareando alguna de Extremo

Tú sonríes cuando me lees.
Ves que aunque esté jodidamente
enamorada del daño,
no me muero pero me sigo matando
por dioses, vicios y mujeres que lo merecen o no

Tú quieres conversar sobre amores, venenos y lamentos,
yo escucho pero no comento,
solo pienso:
"¿De qué me estás hablando?"
"¿Qué me estás vendiendo?"
Eso no cabe en ningún vocablo,
quítate la ropa y lo hablamos.

             

domingo, 6 de mayo de 2018

Ese algo.

Ella tiene algo.
Ese algo que no se puede describir.
Huele a vidas pasadas, reinicios,
brilla con luz propia.
Observa, analiza, serena y amable.
Tiene en la cara mil razas, lleva selva en la mirada.
Aparece y vuelve a desaparecer como una revelación.
Verla es como haber bebido ayahuasca.
Ella vuelve como vuelve noviembre.
Tiene una voz de otro mundo,
en otro rango,
como un canto de sirena que al mar te va llevando, ni puedes ni quieres escapar.
Como México, o Colombia ella tiene ese encanto.
Droga dura si mantenemos el contacto.
Quiere que la miren como ella sabe mirarse.
Quiere que la enseñen a sangrar sin morirse.
Aguas en calma, detrás veo fuego y veo guerra, veo su espíritu guerrillero tatuado en la cara.
Ella se ha renovado, se desquitó,
no vive en el pasado pero lo visita de vez en cuando,
no olvida de donde viene,
desde aquellos fatídicos años está instruyéndose,
aún puedo ver en sus manos el estigma
de los clavos.
A visto cosas, cosas que el resto no.
A bailado en el alambre y sigue como invicta, camina como ilesa,
a cada paso va sembrando
tormentas de arena.
Ella tiene llaves para mis celdas.
Es lista, precisa, segura.
Es tan humana como Atenea, mortal como una diosa griega.
No puedo aguantarte la mirada,
me pierdo por ese sendero, me adentro, siempre quiero más.
Te quito la mirada porque seguro se me nota en la cara.
Me gusta todo y nada.
No es que me guste tu cuerpo,
tus ojos, tu boca o tus palabras,
es que me gusta todo eso pero por encima todo lo que no enseñas,
lo que intuyo, y me gustas entera,
hasta lo que no sé, hasta lo que tú no sabes.
Yo cuando te miro, te puedo ver.
De forma intensa, notable en mi pecho y en mi sexto sentido.
Y cuando estás, no puedo dejar de hacerlo.
Eres como un espejo, un reflejo,
cuando hablas solo puedo escucharte y quedarme con tus gestos porque me resultan familiares.
Tienes algo. Algo como yo.
Algo de mí.
Lo disfruto en silencio mirándote.
Eres cascada, arroyo y tormenta.
Eres magia.
Un pájaro pintado con acuarelas.
Un filósofo pensador,
un descaro, una niña mayor,
una mujer no tan niña,
una verdad, una señal,
un chupito de cicuta y ambrosía.

Un viaje sin destino y sin regreso.
Sin destino porque ir a ti
es enfrentar lo desconocido.
Sin regreso porque después de conocerlo ya nada es igual.
Regresar regresas, pero nunca vuelve la misma persona que va.

jueves, 3 de mayo de 2018

Sin remite.


               
Te traduje la biblia por debajo de tus faldas, por tus piernas mi sátira, entre ellas la única salida.

La luna abrió una brecha en la tierra, me siento en su resquicio y dejo los pies suspendidos.

Quise matar mi fe, malbaratar mi moral, y arder.
Empezar a conocerme, alejar la muerte, reírme de la suerte, alejarte de mí.

Desde que no estás he desarrollado agorafobia y al roce de unos labios ya no voy de viaje, no agradezco los inicios, siempre estoy pensando en los finales.

Me he pillado por la más guapa del baile y me tiene del revés, dicen que después de ti ando algo colgada, que lleva tu marca mi piel.

Escribo esto como una plegaria desde mi celda sin ventanas, vuelvo de cada vis a vis con las manos manchadas, el desastre en la mirada.
Vacía. Llena de ti.

Trae el vino y las rosas,
voy a rezar en la cama.
Bendigo su sangre en una copa, bendice mi cuerpo en su boca.

Ahora en un hotel de gran vía rompo
esta cabeza loca.
Sobre la mesa mis veintiún gramos de alma pura.
Te llamo. Te busco gritando.

No es verdad que haya dejado de quererte, puedo querer a mucha gente,
sí he borrado tu número y no recuerdo dónde vives, porque omnipotente, ya estás en todas partes.

Tampoco soy la misma.
Es demasiado tarde para entenderlo así que quédate un rato más o pírate y hazlo estallar.

Sin ganas de escuchar a esas mujeres.
Escarcha en tu lado del colchón.
Alguna loca trae calor, pero nada suaviza el invierno fuera de tu cuerpo.
Hielas mis venas. Me despiertas envuelta en llamas.

Convierto esta celda es un barracón,
está llenita de guerras,
mira como llevo clavadas las flechas,
sigo clavada en el techo por tus palabras.

Quiero llamar a tu padre suegro,
comernos a besos mientras nos persiguen los malos,
no entrar en razón, mentirnos,
y también decirnos te quiero.

Volver a ganarnos en ese mundo paralelo, en algún club lleno de hijos de puta, justo en el momento más inoportuno, como todo lo intenso.
Te juro que no quiero pero abro esa puerta y no puedo evitar saltar la valla.
Detrás tú y yo, y nuestros egos.
Es todo lo demás lo que falla.


            
               

martes, 1 de mayo de 2018

-¿Dónde paras? -En el sitio.

Ese lugar estaba en medio del infierno.
Generación tras generación fuimos los oradores y pensadores reuniéndonos y sin querer hicimos un templo. Los agnósticos fuimos a rezar a una barra de bar, barcos que llegan infestados de sirenas, bailes a la pata coja, brindis a destiempo, venían desde muy lejos.
Reventaron la puerta de atrás y entraron armados hasta los dientes,
en un rato lloraban como críos por una mujer, y lloraban, se desangraban por cómo tocaba.
Ahí dentro éramos más humanos, dentro del cuerpo destrucción de la humanidad,
tráfico de sentimientos, tómate el medicamento.
A las 6 de la mañana
ocurre algo especial,
no me parece tan grave morirme, dejar mi nombre escrito en un taburete,
ir hasta el coche con la manada, montarnos en él y estrellarlo,
total, estemos o no ahí fuera amanecerá.
Con seis hijos de puta menos.
Hacer billetes hasta del amor y de la muerte. Jugar con la gravedad.
Yo no vivo pa' los demás.
Se jodan los demás.
Se joda la simbiosis.
Una vida entera con la pillaera.
Estoy riendo en un piso franco mientras fuera se declara la tercera.

sábado, 28 de abril de 2018

Superstars

Sin orificio de salida.
En tus ojos veo una gota de desierto contaminar todo el vaso.
Contenido se come a continente.
Hace tiempo que no floreces.
Carcomidas tus raíces.
Es culpa mía en parte.
No puedes tocarme.
Tengo cortes que hablan de verdad,
de vínculos,
de lenguajes corporales.
Nada importante.

Se me antoja igual de mordaz que gracioso que escriban los poetas,
absortos de noticiarios diarios, ordenando las leyes a su gusto,
que falta de talento atreverse a meter todo en unas simples palabras,
el universo entero en un término,
una mancha de vino tinto
sobre una camisa blanca
en cada cita.
Pura ortografía.
Siempre me parece que se quedan cerca pero que va, no tienen ni puta idea.
Bohemios como aves sin cabeza por la ciudad.
No os lo compro, joder.
Ni siquiera yo lo podría describir.
Una herida se le parece,
puede que un cuchillo,
un chupito de veneno,
un accidente.
No se parece a colocar en un orden sustantivos y verbos.
Es más bien como explicar los colores a un ciego.

lunes, 23 de abril de 2018

Doctor sueño.

Sus convicciones religiosas le costaron 30 dólares.
Siempre fue más de matar que de morir. Cargaba con mucho y no traía equipaje al bajar del bus.
Tan solo una botella.
Al beber de ella se percató de la luna llena. Recordó que solía mirarla antes del resplandor.
Hacía frío y en medio de un vendaval, todo se doblaba ante la fuerza del viento, todo alteraba su estructura y daba de sí.
Esa noche el diablo estaba azotando a sus mujeres.
Él miraba como si otro mundo le estuviera clavando la mirada en sus ojos.
No quería verlo pero lo hacía incluso con ellos cerrados.
Se situó y supo que uno está tan enfermo como sus secretos.
Pero los secretos a veces te eligen a ti.
Como un profeta, el mesías con un don terrible, mientras vive con ello lo destruye a él mismo, como una divina maldición.
Sobre el suelo destripando el alma de algún despistado todos miraban y escuchaban,
todos como dolientes sobre una tumba abierta.
Hablamos de hipersensibilidad.
Historias de utopías.
Vidas que transcurren sobre esas mismas autovías.
Mentes rotas que buscan una cuerda de huida.
Atarse al cuello las cuerdas de la cordura.
Borradores en bolsas de plástico o papel para paliar las noches y desvanecer los mensajes.
La mente es la pizarra.
Pregunta- ¿qué es el dolor?
Respondo: sólo es un sueño.
Envuelto en llamas en sábanas de lino,
sobre la vigilia yo vigilo tu sueño.
Tranquilo.
Sssh...
Estás como una crisálida.
A punto de estallar y renacer.

       

viernes, 23 de marzo de 2018

Homilía.

No sabes del fuego.
Tú no sabes de puertas de atrás, no recuerdas las señales,
no viste con claridad la tempestad arrítmica.
Estoy con el diablo.
He volcado todas las drogas a ver si me provoca amnesia transitoria,
a ver si viene a verme Dios o voy yo a verlo a él.
Me dejé la cordura por algún antro de mala muerte,
repleto de profesores de mala vida,
psicólogos, psiquiatras,
impartíamos clase con disciplina militar,
ellos sólo querían olvidar, aprender piruetas,
hacer parkour dentro de las cabezas.
Observo todo ese continuo devenir de lacras, ese desfile en Milán de arte contemporaneo y performance.
Al final todo se reduce al móvil que desata el crimen,
casi siempre sincericidio en defensa propia, y cadena perpetua.
Me robaste lo más valioso que tengo. Tiempo.
Fue como abrir los ojos mientras saltas al vacío desde el ático.
Te me apareces divina pero humana,
y yo me siento demasiado humana y nada divina,
solo quiero hacer que te corras una vez más,
después mándame al infierno si quieres, pero ven a verme,
o llévame contigo,
llévate en el bolsillo un trozo de incendio.

Estoy en el banquillo del acusado,
y mi juez y abogado soy yo.
Es una película que se repite.
Me la sé.
Yo como Michael Scofield, llevo el mapa de la huida tatuado en la piel.

Nosotros tan de marcarlo todo,
enfocar todo, dirigir todo,
vamos pasando la vida con la vista fija hacia el horizonte de nuestra propia existencia,
y se trataba de mirarse dentro a uno mismo y nutrirse de la tierra que se pisa.

En frente hay un abismo siempre,
y cuando se pone delante no se puede esquivar,
no decides nada, a la vez repartes las cartas de la baraja,
y el destino, el universo, en tu camino surcado juega su baza.

El cielo y el infierno están dentro del cuerpo.

           

domingo, 4 de marzo de 2018

                           La noche

No consigo dormir.
Tengo una mujer atravesada entre los párpados.
Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.

Arráncame, mujer, la ropa y las dudas. Desnúdame, desdúdame.

Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.

Me desprendo del abrazo, salgo a la calle.
En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.
La luna tiene dos noches de edad.
Yo, una.

miércoles, 28 de febrero de 2018

Pangea.

                 
                   

Hay un milagro dentro de una habitación a oscuras.
Una premisa, los almendros sonrosados. La llamada.

A menudo glorifico el momento de navegar.
Todos los mares bajo mi existencia. Perder de vista el desierto y surcar.
La melodía.
Frenesí. Locura. Despertar.

Recuerdos de vidas pasadas, cuando permanecía en vuestra pleitesía, calles, andenes, avenidas. Ese ritmo palpitante por las arterias del mundo. Ese silencio dentro, tanto ruido fuera. La llamada.

Volvió un Dios con un milagro entre las manos, y me entregó la llave de los mares, me dijo, no hay vuelta atrás. Ahora a mis espaldas el océano se traga la tierra, y todo lo terrenal, sobrevivo sin prisa, sin llegar tarde, en calma y soy mi propio Dios desde entonces, al que me encomiendo y bendigo, tengo mi código de honor y mi ley son las estrellas y el sol.

Tengo un milagro en una habitación.
Lo tengo en la cabeza, me gusta jugar con él, hacer malabares, prenderlo en llamas y jugar a lanzarlo lo más lejos, después salgo a cubierta a observar, porque nada es perenne por mis ojos caducos.

Tengo mis sentidos desarrollados y mil artes ocultas, hablo lenguas muertas, bailo con los dioses, me lleno la boca de uvas, practico yoga con Buda, bebo té árabe, mastico peyote, con mis brujas elaboro brebajes, descubro la cura contra el cáncer, práctico vudú con chamanes africanos, compito en artes marciales, desarrollo doctorados, hago ritos, festivales, funerales mexicanos, me dejo entrevistar por Sócrates, entrevisto a Lola Flores, pongo a prueba a Freud, y le presento al Joker, juntos hasta las tantas se revientan las sienes, Camarón me llora, canta una saeta en proa y me tinta las aguas de rojo pasión, no tengo mapa dentro de esta botella de ron,  de guía mi madre Andrómeda y mi padre Poseidón, conozco el fin del mundo, yo estoy allí como Sparrow.

Ya llegará, y me tendrá que ver de frente. Yo guardo el milagro en una habitación.

Llevo la mano de los dioses en el pecho.
Estoy hecho de ellos.
Yo tengo el futuro en una habitación.

domingo, 7 de enero de 2018

Tengo una cruz

Tú no estás aquí..
y se me hace de noche,
puta saciando su hambre,
robando marfil y aprendiendo latín.

Las verdades que más duelen me las digo yo.
Todas nuestras mentiras contienen verdad sagrada y bendita.

Perdición. Religión.
Introspección. Sé que no estás pero te cuelas en mi imaginación.
Que la fe no te traicione.
Rezaré por ti.
Dime ¿qué cielo quieres ver?
Que lo vea yo.

Un giro repentino.
Matar al asesino.
Te enseño violencia pacífica.
Me acaricias con tu mano aunque la muerda.
Prenderle fuego a mi ruina artística.
Ratas y leones. Rituales.
Cuarteles de invierno.
Jardines árabes. Incendios lunares.

A penas me queda fe pero tengo sangre maldita tronando.
No me queda tabaco pero tengo una cruz y un pecado crepitando.
Unas cuantas deudas con el destino.
Deudas que no se pagan con dinero.
Deudas que sé que cobraré cargadas de impuestos.

Hablan de euros y no saben nada. Si esa mierda es euro, esa mierda es falsa.

Yo te he visto mil veces pero no me suenas.
Estoy bebiendo mucho pero no me llena.
Si vienes a buscarme tienes un problema.
Te pongo buena cara pero no soy buena.
No soy buena.

martes, 2 de enero de 2018

La persistencia de la memoria.


       

Esto del amor es un disparate
o dispárate.
Siempre me pilla en mal momento, me pilla a medio camino entre el tedio y la redención.. casi medio durmiendo,
y a destiempo.
Siempre quemándome las yemas, siempre de noche abrazada a alguna canción, desarmada y real, sin miedo y sin excusas, en medio de un circo.
Que comience la función.
Que abran el telón y enciendan las estrellas.
Señoras, señores, la mujer maravilla.
Se escuchan tacones.
Enmudece todo el mundo.
El reino de los cielos encarnado en una boca que sonríe, porque sabe cómo mandarnos al infierno directa e inevitablemente. Color infierno en sus labios.
Y yo lo veo sostenida por psicóticos. Como lejana y despistada pero está ocurriendo en mi salón.
Yo que me había tatuado las razones, que luego lo olvido todo.. y tú me llevas a escuchar sirenas, escucho de tu boca mi nombre, y de tu mano como las uvas y sirves tú el vino.
Justo en ese momento pienso en el momento antes de entrar y me imagino dando media vuelta, y echando a correr.
Te veo y me coloco. Estoy en esa espiral en la que no hay principio ni final, solo cuando te vas se vuelve todo lineal, horizontal. Todo deja de flotar.
No sirve de nada hacerse el loco, o cerrar un gran portón de mármol entre yo y el mundo. Siempre logra traspasar el alma la carne, como una hoja muy afilada se abre paso entre ruinas y logra transformarme el sistema nervioso central,
y desviar la mirada que tengo siempre puesta solo en mi.
Y soy tan yonki y tan masoca y tan enferma mental que me dejo llevar por esa sensación y en el sofá me clavo yo esa hoja, te quito de las manos la daga y me hago el harakiri delante de tus ojos.
Sólo que no lo ves.
No te permito ese placer.
El amor me hace rabiar. Esa paz que se siente cuando se está con la otra persona me produce pánico. Despierto todas las mañanas con ganas de vomitar. Como una resaca emocional que flipas.
El amor me da miedo. Pero un miedo que me gusta, que me engancha y me influye.
Y yo no soy muy de amor con nombre y apellidos, me gusta amar en general.
Yo solo he bailado sexo, a veces rock, a veces tango, y luego supe que hay cuerpos que estaban hecizados. Embrujados.
Yo solo quise jugar y me somaticé.
Con cuchillos uno no debe jugar, ni con veneno ni con la droga.
Y hay personas que son droga muy potente.
Es droga dura.
Soy como el bohemio de turno que enmudece por la emoción observando los relojes de Dalí, el movimiento de sus formas, geometría, armonía, el brillo de un concepto único y elemental que tiene tantas capas y capas detrás, un engranaje de pensamientos que llevan a un significado, obvio como un sol de la verdad vestido de colores.
Y no puedo moverme cuando todo esto me estalla en la cabeza.
Así estoy yo cuando te observo ahora en frente de mi, mirándome.
No puedo evitarlo, y sujeto mis manos y me muerdo los labios. Miro tu piel y quiero acariciarla y herirla, amante y enemigo. Me vuelve loca con un gesto, me vuelve loca cuando no me conviene, loca si te mueves encima mía, si recitales de poesía loca perdía..
Estoy muy mal. Yo no estoy bien.
Y no puedo evitar que esa parte oscura y helada de pensamientos "negativos", escapistas y huidizos irrumpan en mi.
A veces añoro vivir de una forma más ingenua y primaria, sin pensar, me gustaría vivir cegada, y simplificar.
Los pensadores somos unos insatisfechos crónicos.
Y así es que nos hacemos hijos de puta al final.
No sé.
Solo sé que mientras tanto lo disfruto, con todo, tú no dejes cerca una pistola o un billete de ida al punto más lejano del mapa, por si acaso, amor, que me conozco.