jueves, 28 de junio de 2018

High cost


Sólo te sé hablar con la piel,
pétalos y un baño de espuma,
vicios y dolares,
sexo duro bajo la luna.

Por un rayo de lucero te traigo duquelas caras de otro planeta.
Te cambio lágrimas sagradas por una entrada a tu poesía maldita.

Tumbando límites a cabezazos como atrezos de cartón.
Pasión a bocanadas.
Sensibilidades de hormigón.

Escondes tus cartas pero no pido permiso,
ni llevo prisa,
ni me engañan tus ojos de bruja.

Emborronas la tinta,
busco en otras bocas la tuya.

Nadie que me la devuelva.
Nadie que me hable de la misma manera.
Nadie que me ponga tan artista.

Acabo borracha perdía
escribiendo líneas torcidas,
me sorprendo en silencio echándote la culpa.

No va a cambiar nada.
Yo quiero jugar y voy a llamarte,
tú me sonríes tan mía un instante, al siguente me contestas que no puedes, que tienes deberes y problemas que resolver.
Y a sabiendas de que no vendrás, por volver a verte feliz regreso mañana.

Yo estoy en cuarentena.
Sigo siendo libre,
no escapo de mi celda.
En la cabeza una ruina,
la tuerca que me falta,
la trampa que es mi vida.
Con un reino en la locura y otro en la lógica.
Magia blanca en la mirada y ojeras perpetuas.
Sabes que no debes hacerlo, que tienes miedo, que tienen razón, pero yo hago que te atrevas.

Puto código moral.
Si pudiera jugar a decirme mentiras..

En mi cuarto una buena chica haciendo la cama,
y yo perdida en la azotea lanzándote bengalas.

A estas alturas
solo quiero fumar contigo y morderte.
Lanzarnos al abismo del desastre.

Algunas noches me visitas hasta que amanece, esas noches germina la duda que enterré.

Vuelves para hacer que rece.
Vuelves para hacer que sangre.
Vuelves a mí a echar raíces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario