a ras de suelo sobrevuelo ciudades.
Tú bebes sin sed,
dejas vómitos por los portales,
yo me coloco, y lo dejo a deber por deporte
Yo soy locura, tú la causa,
también la fuga, también mi terapia.
A veces se me olvida respirar,
y pego una calada a aquellos tiempos
Te dedico serenatas bajo la ventana,
veo miedos sujetos a tu falda.
A mi me llueven alfileres, a ti te nacen flores, cargas un arma entre los dientes
Tú sirves unas copas,
crees que llevas un as en el tanga,
pero lo llevas en la boca,
justo en todo lo que callas.
Tú me recuerdas que no me conoces,
los calambres por tu vientre,
impulsos sexuales,
yo ya no sé si te vas o si te vienes
Tú ronroneas con la luna,
yo huyo del amanecer,
tú bailas encima de cualquier hijo de puta,
yo encima de una barra, como Lady Madrid pongo a la peña de pie
Yo me quedé por los veintitantos,
en una curva de su cuerpo me maté,
tú te corres el maquillaje, ríes, lloras,
tú inventas las normas,
yo la forma de romperlas
Transformo el arte
de perderse y encontrarse,
te traigo tormentas de arena en mi sangre,
yo no tengo padre,
y mi madre te quiere más a ti,
tú sin los demás no eres nadie
El dolor no está fuera de mis planes, cariño, felicidad plena tropieza conmigo por despiste
A mi me buscan hijos de puta
para ajustar cuentas,
de ti se fían los borrachos y los drogatas,
te escriben los poetas,
yo el caos de la guerra y la estrategia,
tú la falsa moneda que de mano en mano va pero siempre está de vuelta
Yo me sostengo en un sueño de luz que me despierta, tus ojeras hablan de un pozo de recuerdos que se te llena
Tú quieres fe,
buscas motivos para crecer.
Es cosa de la inercia.
Historias de histeria,
luces y sombras psíquicas
Yo observo salir las notas de ese piano, y disfruto el milagro desde el tejado,
tú calmas el ruido bajo el efecto de fármacos, en un piso vigilado,
limpias en bragas el salón tarareando alguna de Extremo
Tú sonríes cuando me lees.
Ves que aunque esté jodidamente
enamorada del daño,
no me muero pero me sigo matando
por dioses, vicios y mujeres que lo merecen o no
Tú quieres conversar sobre amores, venenos y lamentos,
yo escucho pero no comento,
solo pienso:
"¿De qué me estás hablando?"
"¿Qué me estás vendiendo?"
Eso no cabe en ningún vocablo,
quítate la ropa y lo hablamos.
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