miércoles, 30 de mayo de 2018

Víctima y verdugo.

Yo te recuerdo en los cuerpos que frecuento
Miraba a ciento ochenta quizá curao' de espanto
No vi la muerte como el fin del acto
Soy la redención bajo la luz de los impactos

¿Por qué apretar mi vida al límite?
A tope como el ginseng, bebí sin tener sed
Y así apretar el yugo, hoy víctima y verdugo
Descontrolado entre los coños que deshago

Pactaré con el diablo si es preciso
Más ego que Narciso, haciendo equilibrismo
Vivo rápido, el chico del poemario
Me pongo "el día de tu boda", no hay milagros

Bebamos al unísono
Recuerda lo que sentiste al pasarme ese micrófono
Tocado por el único todopoderoso
Si os pulo en decadencia imaginaros cuando aviso
Volveré sobre las huellas que ahora piso
Tirándome mediocres, caso omiso
¿Acaso una mujer no me dio la vida?
Pulcra y limpia, acuérdate de amar a este suicida

Agradece que quiera ser un nuevo hombre
Las botellas vacías, irremediablemente
Me queda media vida sin tocarte
Literatura y arte
Estoy sin resolver como Moriarty

sábado, 26 de mayo de 2018

Blue lights

Sigues recorriendo las mismas calles,
a ras de suelo sobrevuelo ciudades.

Tú bebes sin sed,
dejas vómitos por los portales,
yo me coloco, y lo dejo a deber por deporte

Yo soy locura, tú la causa,
también la fuga, también mi terapia.
A veces se me olvida respirar,
y pego una calada a aquellos tiempos

Te dedico serenatas bajo la ventana,
veo miedos sujetos a tu falda.
A mi me llueven alfileres, a ti te nacen flores, cargas un arma entre los dientes

Tú sirves unas copas,
crees que llevas un as en el tanga,
pero lo llevas en la boca,
justo en todo lo que callas.

Tú me recuerdas que no me conoces,
los calambres por tu vientre,
impulsos sexuales,
yo ya no sé si te vas o si te vienes

Tú ronroneas con la luna,
yo huyo del amanecer,
tú bailas encima de cualquier hijo de puta,
yo encima de una barra, como Lady Madrid pongo a la peña de pie

Yo me quedé por los veintitantos,
en una curva de su cuerpo me maté,
tú te corres el maquillaje, ríes, lloras,
tú inventas las normas,
yo la forma de romperlas

Transformo el arte
de perderse y encontrarse,
te traigo tormentas de arena en mi sangre,
yo no tengo padre,
y mi madre te quiere más a ti,
tú sin los demás no eres nadie

El dolor no está fuera de mis planes, cariño, felicidad plena tropieza conmigo por despiste

A mi me buscan hijos de puta
para ajustar cuentas,
de ti se fían los borrachos y los drogatas,
te escriben los poetas,
yo el caos de la guerra y la estrategia,
tú la falsa moneda que de mano en mano va pero siempre está de vuelta

Yo me sostengo en un sueño de luz que me despierta, tus ojeras hablan de un pozo de recuerdos que se te llena

Tú quieres fe,
buscas motivos para crecer.
Es cosa de la inercia.
Historias de histeria,
luces y sombras psíquicas

Yo observo salir las notas de ese piano, y disfruto el milagro desde el tejado,
tú calmas el ruido bajo el efecto de fármacos, en un piso vigilado,
limpias en bragas el salón tarareando alguna de Extremo

Tú sonríes cuando me lees.
Ves que aunque esté jodidamente
enamorada del daño,
no me muero pero me sigo matando
por dioses, vicios y mujeres que lo merecen o no

Tú quieres conversar sobre amores, venenos y lamentos,
yo escucho pero no comento,
solo pienso:
"¿De qué me estás hablando?"
"¿Qué me estás vendiendo?"
Eso no cabe en ningún vocablo,
quítate la ropa y lo hablamos.

             

domingo, 6 de mayo de 2018

Ese algo.

Ella tiene algo.
Ese algo que no se puede describir.
Huele a vidas pasadas, reinicios,
brilla con luz propia.
Observa, analiza, serena y amable.
Tiene en la cara mil razas, lleva selva en la mirada.
Aparece y vuelve a desaparecer como una revelación.
Verla es como haber bebido ayahuasca.
Ella vuelve como vuelve noviembre.
Tiene una voz de otro mundo,
en otro rango,
como un canto de sirena que al mar te va llevando, ni puedes ni quieres escapar.
Como México, o Colombia ella tiene ese encanto.
Droga dura si mantenemos el contacto.
Quiere que la miren como ella sabe mirarse.
Quiere que la enseñen a sangrar sin morirse.
Aguas en calma, detrás veo fuego y veo guerra, veo su espíritu guerrillero tatuado en la cara.
Ella se ha renovado, se desquitó,
no vive en el pasado pero lo visita de vez en cuando,
no olvida de donde viene,
desde aquellos fatídicos años está instruyéndose,
aún puedo ver en sus manos el estigma
de los clavos.
A visto cosas, cosas que el resto no.
A bailado en el alambre y sigue como invicta, camina como ilesa,
a cada paso va sembrando
tormentas de arena.
Ella tiene llaves para mis celdas.
Es lista, precisa, segura.
Es tan humana como Atenea, mortal como una diosa griega.
No puedo aguantarte la mirada,
me pierdo por ese sendero, me adentro, siempre quiero más.
Te quito la mirada porque seguro se me nota en la cara.
Me gusta todo y nada.
No es que me guste tu cuerpo,
tus ojos, tu boca o tus palabras,
es que me gusta todo eso pero por encima todo lo que no enseñas,
lo que intuyo, y me gustas entera,
hasta lo que no sé, hasta lo que tú no sabes.
Yo cuando te miro, te puedo ver.
De forma intensa, notable en mi pecho y en mi sexto sentido.
Y cuando estás, no puedo dejar de hacerlo.
Eres como un espejo, un reflejo,
cuando hablas solo puedo escucharte y quedarme con tus gestos porque me resultan familiares.
Tienes algo. Algo como yo.
Algo de mí.
Lo disfruto en silencio mirándote.
Eres cascada, arroyo y tormenta.
Eres magia.
Un pájaro pintado con acuarelas.
Un filósofo pensador,
un descaro, una niña mayor,
una mujer no tan niña,
una verdad, una señal,
un chupito de cicuta y ambrosía.

Un viaje sin destino y sin regreso.
Sin destino porque ir a ti
es enfrentar lo desconocido.
Sin regreso porque después de conocerlo ya nada es igual.
Regresar regresas, pero nunca vuelve la misma persona que va.

jueves, 3 de mayo de 2018

Sin remite.


               
Te traduje la biblia por debajo de tus faldas, por tus piernas mi sátira, entre ellas la única salida.

La luna abrió una brecha en la tierra, me siento en su resquicio y dejo los pies suspendidos.

Quise matar mi fe, malbaratar mi moral, y arder.
Empezar a conocerme, alejar la muerte, reírme de la suerte, alejarte de mí.

Desde que no estás he desarrollado agorafobia y al roce de unos labios ya no voy de viaje, no agradezco los inicios, siempre estoy pensando en los finales.

Me he pillado por la más guapa del baile y me tiene del revés, dicen que después de ti ando algo colgada, que lleva tu marca mi piel.

Escribo esto como una plegaria desde mi celda sin ventanas, vuelvo de cada vis a vis con las manos manchadas, el desastre en la mirada.
Vacía. Llena de ti.

Trae el vino y las rosas,
voy a rezar en la cama.
Bendigo su sangre en una copa, bendice mi cuerpo en su boca.

Ahora en un hotel de gran vía rompo
esta cabeza loca.
Sobre la mesa mis veintiún gramos de alma pura.
Te llamo. Te busco gritando.

No es verdad que haya dejado de quererte, puedo querer a mucha gente,
sí he borrado tu número y no recuerdo dónde vives, porque omnipotente, ya estás en todas partes.

Tampoco soy la misma.
Es demasiado tarde para entenderlo así que quédate un rato más o pírate y hazlo estallar.

Sin ganas de escuchar a esas mujeres.
Escarcha en tu lado del colchón.
Alguna loca trae calor, pero nada suaviza el invierno fuera de tu cuerpo.
Hielas mis venas. Me despiertas envuelta en llamas.

Convierto esta celda es un barracón,
está llenita de guerras,
mira como llevo clavadas las flechas,
sigo clavada en el techo por tus palabras.

Quiero llamar a tu padre suegro,
comernos a besos mientras nos persiguen los malos,
no entrar en razón, mentirnos,
y también decirnos te quiero.

Volver a ganarnos en ese mundo paralelo, en algún club lleno de hijos de puta, justo en el momento más inoportuno, como todo lo intenso.
Te juro que no quiero pero abro esa puerta y no puedo evitar saltar la valla.
Detrás tú y yo, y nuestros egos.
Es todo lo demás lo que falla.


            
               

martes, 1 de mayo de 2018

-¿Dónde paras? -En el sitio.

Ese lugar estaba en medio del infierno.
Generación tras generación fuimos los oradores y pensadores reuniéndonos y sin querer hicimos un templo. Los agnósticos fuimos a rezar a una barra de bar, barcos que llegan infestados de sirenas, bailes a la pata coja, brindis a destiempo, venían desde muy lejos.
Reventaron la puerta de atrás y entraron armados hasta los dientes,
en un rato lloraban como críos por una mujer, y lloraban, se desangraban por cómo tocaba.
Ahí dentro éramos más humanos, dentro del cuerpo destrucción de la humanidad,
tráfico de sentimientos, tómate el medicamento.
A las 6 de la mañana
ocurre algo especial,
no me parece tan grave morirme, dejar mi nombre escrito en un taburete,
ir hasta el coche con la manada, montarnos en él y estrellarlo,
total, estemos o no ahí fuera amanecerá.
Con seis hijos de puta menos.
Hacer billetes hasta del amor y de la muerte. Jugar con la gravedad.
Yo no vivo pa' los demás.
Se jodan los demás.
Se joda la simbiosis.
Una vida entera con la pillaera.
Estoy riendo en un piso franco mientras fuera se declara la tercera.