lunes, 27 de junio de 2016

" Un monstruo vino a verme, me dijo: Encuentra tu camino, y lúchalo. "

Hay a veces un suspiro en sus labios por el que se escapan 21 gramos de alma, ay gitana, le cruza en el cielo de la mirada un relámpago oscuro, y yo sé bien de dónde emerge y dónde impacta, lo que no sé es por qué lo soportas, lo sostienes como una nota se sostiene en el aire, y se estira, y recuerda.. por qué no una noche cualquiera te arrancas esa roca que llevas dentro del pecho, la envuelves en olvidos, la desvistes de nostalgias y la lanzas lo más fuerte que puedas, lo más lejos de ti.. Seguro que yo te gano y tiro más fuerte.
Verás, yo conozco esa sensación.
Una vez un monstruo vino a verme.

No hay ni ha habido nunca odio para ti en mi, pero sí para todo lo que nos rodeaba, todo lo demás. Y son cosas que se aprenden a golpes, a veces luchas, otras no hay otra opción tan solo jugársela y abandonar.. para luego volver a la apuesta y subir el doble. Es el juego. Ya ves.. Más yo soy un ave, un pájaro traslucido y envenenado, no conozco jaulas, ni barrotes, ni correas, si no es follando. Pocas sensaciones cómo saber que vas en el camino correcto, pocas como saber que he salido del infierno de milagro.

Ahora ando con alguien, y ella lleva el peso de la mochila que cargo veces, otras hace que esta desaparezca. Le pregunto - Dime quién soy, dime quién eres. Dibuja en frente justo de mi un espejo y me veo, me veo, y entonces la veo, ves? Ella no falla. Desde que la descubrí herida de vida, me cambió la fecha de muerte. Mis demonios reducidos a migajas, meras piedras en el riñon. Tuve que mearlo con cuchillas. Yo solo lo siento por todo lo que no me ha servido para nada, y doy gracias por todo lo que me ha servido. Me he salvado a tiempo. Como siempre. Levanto la copa y brindo por un juego limpio.

Por eso sé de qué hablas sin hablar, conozco bien tus ventanales al miedo, esos mismos miradores al dolor. Poco importa lo que digas porque poco importa lo que ahora creas, esos demonios, como todos, se esfuman si se enfrentan, la opción es luchar por levantar la cabeza para mirarlos a los ojos de frente.
Sin más pretextos, como Medusa con la mirada dejarlos petrificados.
Créeme, hay mucho más, muchísimo más de lo que ahora alcanzas a ver, solo tienes que abrir los ojos.
En lo que a mí respecta ya he doblado mi apuesta por ti.
Yo he visto esa luz en tus ojos, y cuanto te miro, no puedo ver otra cosa.
Anda, deja de intentar convencerme, y convencerte después a ti.
No puedes sujetarla ni esconderla,
no puedes hacer nada para que yo deje de verla,
porque se te escapa de entre las pestañas para reflejarse en mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario