sábado, 28 de abril de 2018

Superstars

Sin orificio de salida.
En tus ojos veo una gota de desierto contaminar todo el vaso.
Contenido se come a continente.
Hace tiempo que no floreces.
Carcomidas tus raíces.
Es culpa mía en parte.
No puedes tocarme.
Tengo cortes que hablan de verdad,
de vínculos,
de lenguajes corporales.
Nada importante.

Se me antoja igual de mordaz que gracioso que escriban los poetas,
absortos de noticiarios diarios, ordenando las leyes a su gusto,
que falta de talento atreverse a meter todo en unas simples palabras,
el universo entero en un término,
una mancha de vino tinto
sobre una camisa blanca
en cada cita.
Pura ortografía.
Siempre me parece que se quedan cerca pero que va, no tienen ni puta idea.
Bohemios como aves sin cabeza por la ciudad.
No os lo compro, joder.
Ni siquiera yo lo podría describir.
Una herida se le parece,
puede que un cuchillo,
un chupito de veneno,
un accidente.
No se parece a colocar en un orden sustantivos y verbos.
Es más bien como explicar los colores a un ciego.

lunes, 23 de abril de 2018

Doctor sueño.

Sus convicciones religiosas le costaron 30 dólares.
Siempre fue más de matar que de morir. Cargaba con mucho y no traía equipaje al bajar del bus.
Tan solo una botella.
Al beber de ella se percató de la luna llena. Recordó que solía mirarla antes del resplandor.
Hacía frío y en medio de un vendaval, todo se doblaba ante la fuerza del viento, todo alteraba su estructura y daba de sí.
Esa noche el diablo estaba azotando a sus mujeres.
Él miraba como si otro mundo le estuviera clavando la mirada en sus ojos.
No quería verlo pero lo hacía incluso con ellos cerrados.
Se situó y supo que uno está tan enfermo como sus secretos.
Pero los secretos a veces te eligen a ti.
Como un profeta, el mesías con un don terrible, mientras vive con ello lo destruye a él mismo, como una divina maldición.
Sobre el suelo destripando el alma de algún despistado todos miraban y escuchaban,
todos como dolientes sobre una tumba abierta.
Hablamos de hipersensibilidad.
Historias de utopías.
Vidas que transcurren sobre esas mismas autovías.
Mentes rotas que buscan una cuerda de huida.
Atarse al cuello las cuerdas de la cordura.
Borradores en bolsas de plástico o papel para paliar las noches y desvanecer los mensajes.
La mente es la pizarra.
Pregunta- ¿qué es el dolor?
Respondo: sólo es un sueño.
Envuelto en llamas en sábanas de lino,
sobre la vigilia yo vigilo tu sueño.
Tranquilo.
Sssh...
Estás como una crisálida.
A punto de estallar y renacer.