Ella no era una chica de película
pero tenía defectos especiales,
me quedé clavada en su clavícula y me perdí por la constelación de sus lunares.
Era una zorra sin corazón,
sabía más de drogas que de amor,
Me dio un beso y bocajarro en medio del pecho disparó.
Yo no sé si la suerte está
en pensarle un te quiero o en decirle adiós.
No sé si es lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario