martes, 21 de febrero de 2017

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Palabras que decir. Unos labios sellados, fríos y azulados, una boca muerta, hecha para oídos sordos, repletos de viruta de madera, que nunca arde, serrín en sus venas. Repito, palabras que decir. Sin receptor, ni interlocutor, sin reacción. Palabras que van al aire como alimento, devuelve espacio para algo de aliento, o quedan cadáver bajo llave y de tanto dar vueltas dentro de ti provocan una aceleración de partículas, se separan iones y protones y ahora están chocando, haciendo surgir en medio del pecho un agujero negro que no para de tragar, de rellenar todo de nada.
Ese silencio imperceptible.
Me trata de rugir..perdona pero no.. no puedo oírlo bien..
tan solo un decibelio alcanzando mis oídos de Ludwig Van, de Van Gogh, y bastó para despertarme.
Tenemos la pena de que hablar sí sea gratis.
La libertad de hacer oídos sordos.

Somos sed en el aire pero boca en la tierra.

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