miércoles, 16 de marzo de 2016

Los estigmas.

El aire se va llenando de partículas que vibran suspendidas entre estas cuatro paredes, el pensamiento recorre siempre
las mismas salas deshabitadas,
sin encontrar jamás la forma
que agote su impaciencia,
el muro del perdón o de la muerte,
buscando rellenar los huecos
de la vida que llevamos jodiendo,
en el zapato, la china que
se te colaba de crio de tanto jugar y luego te hacía herida al intentar andar, va,
solo queremos llenar de luz la historia que tenemos por contar.

El cerebro empieza a emitir miles de impulsos neuronales por sus células transmisoras, motivado por la multitud de estímulos que ahora perciben mis órganos receptores, los impulsos nerviosos viajan a través del espacio sináptico, buscando neuroreceptores,
la sinapsis se retarda, y los impulsos van muriendo sin procesar,
sin llegar a abrir los caminos neuronales
ni las trazas de la memoria,
así ocurren millones y millones de ideas, millones de pre-pensamientos, ametrallándome la mente en estos momentos, los mismos que no recordaré mañana.
El aire de repente se peta de moléculas que se expanden, como las pupilas,
se llena de destellos,
se llena de droga, de sudor, de vida, de sexo, me va sosteniendo, ey,
estoy arriba en el baño dejándome llevar entre sumas cantidades de fármacos, escuchando esa música, flotando, viviendo y compartiendo alergias y alegrías, recuerdos y ciegos así, memorables, y demostrables. Cinco dedos de alcohol son los dos dedos de frente.
Para viajar a otros planetas
por corrientes circulares
te di una cápsula especial,
pero ahora tu cabeza
es una tormenta de arena
y cada puta noche una espiral.. Comentas que cambiarás, pero vuelves a caer.

Él se apaña una en el lavabo, ella sale del baño contoneándose con la mirada perdida y el dedo aún en su boca, sexy y armada, enfoca su mirada en la mia, con la droga aún en el pico. Le dedico un instante en mi retina y sonrío.
Es bella y bonita la vorágine, algo diabólico, algo salvaje este desastre,
clava la mirada en el espejo,
que de noche, nace de luto,
ramos húmedos nos ciñen a su pecho y a su cintura, a su cuerpo azul, infinito y tangible,
míranos, venenosos y tóxicos, libres,
ahora la calavera quiere guerra,
y la anarkia está de jaleo, y a mi me tienta la enfermedad, la zorra me tiene contra las cuerdas apretando las mandíbulas,
¿quién está aquí sosteniendo mi cuerpo mientras solo estoy yo?

Somos seis dentro, va, cierra la puerta, se sacan de la chistera la magia en bolsitas de plástico, me empieza a faltar oxígeno,
esto comienza a parecer un videoclip de Snoop Dogg, unos comen molly, otros esnifan nieve, algunos en el pasillo ingieren speed en tiros rosas de algodón. El corazón se me acelera bestial instantes después de morder la manzana. Me pongo la soga yo sola y él se encarga de tirar del cuello. La creatividad despierta, respira el arte, esta cerca, quiere tocarte, vente a andar sobre el alambre.
Me relajo, fumo y le quito prisa al tiempo.
Nubes de otro nivel.

Entra el portero, me piro a beber whisky con veneno y mientras observo a la muchedumbre flotar y estallar, bailando con la mente desnuda, el cuerpo a mil, pensando que la gente va hasta el culo, se acerca ella y me ofrece más mierda..
y yo, que no puedo decir que no al gesto de levantar la ceja, ni al océano que tienes brillando en los ojos, sé a lo que estoy jugando, sobre el váter pinta la primera, baños cíclicos, va, me desquito, erotismo en bocanadas de futuro denso, muy denso, somos compatibles por la física, y la química, así que dibujo la segunda, escalofríos por la piel cuando la pruebo, siento corrientes de agua en el pecho,
ambiente espeso, sabor intenso,
húmedas follando como trenes
descarrilando muy lejos de aquí,
con el hedonismo en superlativo, noto como toco el cielo con los pies, rodeada de mil hijos de puta, chico, yo quiero gente compatible con mis trucos.

Entran los perros, y el gentío se mantiene a expensas, preguntan demasiado,
rastrean por dinero,
somos todo lo que odiais, ¿a qué venis putas? aquí no queda nada que rascar.
Veloz corre el veneno de mano en mano, como las falsas monedas,
yo no sé que dia es, no sé la hora,
este ciego me está dando tregua desde el viernes, volveré en mí con el último tiro aún en las sienes,
las ganas de vivir cogidas con alfileres, reina,
si la noche me da chance
no me esperes hasta el lunes,
no sé, todo lo demás eran púgiles soles ardiendo en pupilas,
ojos abiertos a lo José Bretón,
observo jóvenes como luciernagas tirando de arsénicos, aprendiendo la lección, gente sin corazón vendiéndolo al mejor postor, escribiendo su Biblia, buscando sus porqués y sus condenas.
Pienso, "¿habré muerto seis veces ya?
por si acaso conservaré fuerzas para ser mañana gata."

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