Ella se acercó a mi oído y me dijo que si la vida diera segundas oportunidades, ella ya sabría lo que le toca.
Me miró dos segundos a centímetros y me besó.
Le rodeo con los brazos la cintura y nos acercamos aún más, me mira a los ojos, levanta la mano y acaricia mis labios con dos dedos y después con la lengua, su boca me busca.. sígueme.
Empujé la puerta del baño y a ella después contra la pared, con la mirada nos comemos y nos advertimos. Me separé y le quité la camisa lentamente disfrutando de cada botón que desabrochaba, ella me miraba entre divertida y excitada mientras yo acariciaba su costado, dejé que la prenda cayera al suelo, después se acercó, comenzó otra vez a devorar mi boca, cogió mis muñecas y las sujetó por encima de mi cabeza mientras separaba mis piernas con la suya y empezaba a moverse contra mi. Sentía su piel desnuda rozándome y me estaba matando.
Date la vuelta.
De espaldas a ella paso mis manos por su ombligo, subiendo.. ella levanta el cuello dejándose comer. Le muerdo y suspira.
Bajo su pantalón, despacio, y ella abre las piernas tímida, y mojada, beso el interior de sus piernas, su culo,
muerdo su culo, sabe que me encanta, y veo cómo comienza a jadear.
La desnudo disfrutándolo, como si desnudara su mente, despacio, y la escucho respirar entrecortada..
Juro que sus manos me queman buscando contacto,
el pelo le cae en cascada por los hombros, yo suave lo aparto a un lado,
le beso la espalda de arriba a abajo, luego al contrario,
mientras mis manos con cierta brusquedad se van enredando en su pelo, se gira, y me susurra flojito que siga, que es mía, ella me mira con ojos de niña buena, y suave comienza a besar y lamer por el cuello, me muerde,
se recrea y yo me río, y picada me come con más rabia.
Si el cuerpo humano es 65% agua, yo 70 de vapor cuando ella me desabrocha el pantalón. Ven, quema, come, colócate de mi, bebe. La sujeto del culo y ella salta contra mi, desnuda abraza mi cintura con sus piernas, y todo empieza a dar vueltas.
Apoyada en el lavabo,
comiendo paciente de sus tetas,
veo como se va transformando por momentos, como una maldición, en princesa de saldo y esquina, en mil posturas que no se llaman amor, gimiendo un joder tras otro contra mi boca, ella me agarra las manos y me muestra que no aguanta más, que me quiere dentro, que lo quiere ya.
Yo no sabía lo que hacía, juez.
Solo estaba jugando a que el instinto batallara con el corazón y de paso rompiera parte de coraza.
La mareo un rato, por amor al arte, y cuando estoy a punto, me freno, y arqueo la ceja, sonríe y me mira desafiante, tan perfecta,
si te duele dímelo, le digo, y vuelve a sonreírme con esa sonrisa de puta que ahora esboza, adentro.. te gusta, respira, quiero verte como mi conciencia, de todo menos tranquila..
me muerde los labios mientras yo aprieto más fuerte,
pegé mi frente contra la suya sin poder dejar de mirarla, cómo cerraba sus ojos, cómo miraba mi mano entre sus piernas, y sobre todo cómo conectamos nuestros ojos, me miraba fijamente y me dejaba sin aliento. Me estaba muriendo yo viéndola flipar.
Besé su costado, bajé por su ombligo.
Arañé su ingle con los dientes
y soltó un gemido tierno, letal,
y yo cuando te follo no puedo evitar gemir contigo, te miro y averiguo que eres de esas que arrugan el ceño,
pones los ojos hacía atrás y te muerdes los labios cuando el placer te está sacudiendo,
cuando te enviste sin preguntar.
Tu piel antisocial.
Follamos como trenes,
nocturnos, ardiendo,
sin rail ni andén, sin techo ni pared,
con la piel desgarrada, y con la enfermedad tentando..y atentando,
quizá ella solo me necesitaba mientras gemía, quizá yo solo me dejaba conquistar cada vez que lo hacíamos, pero qué demonios,
mira, follábamos con la carne,
desgastando alma, feroces, drogadas, desnudas, percibiendo las cosas que antes pasabamos por alto.
Ella es esa que con la cintura crea el ritual y desafia desnuda a la santería.
La belleza en tu geometría, en tu simetría.
Que eres de las que parece que sonríen e iluminan su rostro mientras duermen, que eres de las que duelen, cuando despierta la vida en tus párpados, y yo te miro... yo te juro que me duele, como cuando miro fijamente los rayos de sol.
De esto que sabe que si bajo se correrá ya.. y me lo pide sin hablar,
empuja mi cabeza entre sus piernas,
y yo freno, rebelde la miro así como aquí mando yo, y ella dispuesta me mira, así como porfa.. va..va.. Joder.
Besando su cintura, ella sabía que tenía ganas, nada más que había que ver mi cara cuando mencionaba el piercing que tenía. Mezcla entre mi boca y su piel, y mis manos y sus piernas, separándolas cada vez más, mientras bajaba, y bajaba..
Así que pruebo de ti, me gusta sucumbir, violenta me aprietas contra ti, y yo como Eva, o como Newton mordiendo la manzana, comenzando el ritual, temblando mueve su cuerpo y sujeta mi cabeza entre sus piernas.. yo sigo dejándome llevar, y cierro más la mano al rededor de su cuello..
Algunos me decían que saliera corriendo en medio del océano inmenso,
el resto de mis demonios
asomaban a una herida
que supuraba.
Se mueve cada vez más rápido contra mis dedos, y con cada movimiento de mi boca tiembla y arquea su espalda, implosiona, estalla y se destruye, ella me coge del pelo fuerte mientras se va en la boca.
Cuando me quedé a gusto, subí por su cuerpo otra vez, notando cómo seguía temblando cada vez que pasaba mis labios por ella, y acaricié sus labios con los dedos que habían provocado aquella pequeña muerte..
-Límpialos.. -le pedí y ella abrió su boca para empezar a lamérmelos despacio mientras seguía intentando controlar su respiración, manteniendo su mirada brillando clavada en mis ojos. Ay Dios.
Agüita de mayo.
Le dije que nos volveríamos a ver, después de follar y del porro de después
ni la llamé, ni volví a aparecer.
Quiero quitarme. A veces si da segundas oportunidades,
con el paso de otras vidas.
No me pongas la droga en el pico, como cocaína en el salón.
No quiero que me mires así.
No quiero que me redimas el alma con más pecados.
Es una ruina. Primero para mi, después para ti.
Así me rompo, tia.
Y eso ahora, ni de coña.
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